La imagen corporativa, es un término del que se habla actualmente en el competitivo mundo de los negocios, es esencial para el éxito de cualquier organización, no importa si es multinacional o una pequeña empresa privada.
El mundo es un lugar mucho más competitivo de lo que era hace cinco años, y los negocios están dirigiendo cada vez más sus esfuerzos hacia los valores que proporciona la imagen si se quiere mantener la base de clientes y atraer nuevos. Sin embargo un factor es constantemente revisado para lograr y reforzar la imagen corporativa: su personal.
Cuando pido a los participantes en mis seminarios que definan el concepto de identidad corporativa, generalmente opinan sobre áreas como: publicidad, logotipo, sitios en Internet, empaques, entre otros. Todas estas cosas combinadas integran la imagen corporativa y se reflejan en ella. No obstante muchas empresas se quedan cortas al maximizar su inversión en imagen corporativa al no asegurarse que su personal, el mayor activo que una compañía tiene, también refleja los mismos valores de su imagen.
La imagen corporativa deberá estar enfocada al personal de la empresa de igual manera, no solamente hacia el exterior. Todos sabemos que las personas compran de personas, así que la inversión en el personal debiera ser de mayor consideración al invertir en imagen corporativa, pero muy frecuentemente, todas las compañías fallan al capacitar a su personal en la proyección de esta imagen. Esta situación comienza a mejorar cuando las empresas se dan cuenta de que la imagen es integral en su organización para lograr su éxito.
Cualquier experto en imagen le dirá que el principal elemento de la imagen es la consistencia. Sin ella no se tiene imagen. Por lo tanto, ninguna organización puede tener éxito total en su imagen si su personal no está reflejando esos valores todo el tiempo. Las empresas estarán en peligro de perder toda su credibilidad si no renuevan su compromiso. Si McDonald´s, Coca-Cola, Disney y BMW no fueran congruentes con su mensajes corporativos, no serían el éxito global que son, comprendido, adquirido y valorado por nosotros. El éxito de una imagen puede ser seriamente dañado en un momento por un empleado, sea la recepcionista o el ejecutivo, que muestra una conducta no profesional. La percepción es: si la empresa contrata gente que no es profesional y que no se puede comunicar efectivamente, ¿qué otros estándares inadecuados mantiene y qué clase de servicio puedo esperar recibir?. Considerando esto, la inversión en imagen e identidad corporativa puede ser devaluada por personal no profesional y su reputación se esparcirá de inmediato.
El personal de cualquier organización forma la infraestructura cultural de la compañía y, como tal, tiene la habilidad de demostrar que la identidad corporativa es más fuerte que cualquier logotipo o sitio en Internet.
Espero que este artículo le sea de utilidad.
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