Enseñar es formar personas, no
solo para adquirir habilidades y competencias en el SABER HACER sino formar en
valores para el SABER SER, que no solo puedan salir a laborar y ejercer su
profesión de manera exitosa, sino que vean la realidad que tendrán que vivir:
manejar presión, trabajo, recompensa, fidelidad, colaboración, amistad.
Personalmente siempre inculco a
mis alumnas que tengan esos sentimientos de compañerismo, esfuerzo y trabajo en
equipo. Sobre todo, que entiendan que nada
es regalado, nada llega solo, cuando las cosas están para ti todo sale, todo
surge y es porque estaba escrito. Tenemos que aprender a entender los mensajes
de Dios.
Recordando mis inicios, diría que
siempre me he visto involucrada en el mundo del estilismo y el maquillaje, a
pesar de trabajar muchos años como Secretaria Ejecutiva en empresas del sector
industrial y financiero, me encantaba arreglarme muy bien y también ayudar a
mis compañeras de trabajo a sacar lo mejor de sí mismas a través de técnicas de
cuidado y embellecimiento personal. Ha sido una labor continua de más de 30
años. Cuando decidí entrar a estudiar para enseñar me sentí muy nerviosa y con
miedos porque era ya un compromiso aprender muy bien para brindar calidad por
un servicio remunerado. Han pasado 19 años desde que empecé a ofrecer
capacitaciones empresariales en imagen, etiqueta, protocolo, talleres
y cursos personalizados de perfeccionamiento especialmente en lo que ha sido mi
pasión siempre, la imagen personal integral y el maquillaje profesional y artístico.
Lo importante es que en todo
trabajo que realicemos nos surja siempre la necesidad de mejorar cada día,
aprender para brindar lo mejor y sentir satisfacción cuando tus alumnos te
superan porque se siente que formas parte de esos logros alcanzados por ellos.
Jamás se puede competir con un alumno ni querer ser siempre el mejor. En la
docencia debe haber un buen porcentaje de humildad, jamás de competencia. Dar
todo sin reservarse nada, dar el mejor ejemplo,
puede ser que estemos siendo a futuro formador de formadores y la cadena
debe continuar con un sello de calidad impreso.
Para quienes deciden que quieren
enseñar a otros les daré unos consejos: entreguen todo su conocimiento y no
paren su aprendizaje jamás, en el campo del maquillaje como en el de la moda,
siempre habrán nuevas técnicas y tendencias. No olviden formar personas con
competencias y no para competir, personas con habilidades sociales que les
permitan saber hacer su trabajo con calidad y calidez. Importante enseñar que
el tema de la comunicación con los clientes es una de las claves del éxito para
emprender este negocio, entender lo que quieren y expresarlo en sus rostros
requiere de mucho trabajo previo a maquillar: Una buena conversación, un poco
de música o simplemente saber escuchar. No todos los clientes son fáciles de
satisfacer. Las novias, por ejemplo, tienen una fuerte carga emocional que
puede variar instantáneamente, el tipo de maquillaje debe expresar
correctamente las emociones del momento. Para ello el artista del maquillaje debe
estar en una constante búsqueda de conocimiento, no sólo en técnicas de
maquillaje sino también en psicología, historia y cultura general.
Formar para trabajar en equipo no
es fácil, he podido observar que algunas personas no son receptivas a ello,
lamentablemente en el ámbito laboral se hace necesario tener esta cualidad y
sino la posees podrías estar fuera por tu misma condición. A mis alumnas les
digo que no hay nada peor que una persona con mala actitud
y mala cara; recordemos que todos tenemos problemas y mil situaciones que se
presentan a diario pero las personas que te contratan para un servicio, que
trabajan o comparten contigo no tienen la culpa. Aparte el tema de la envidia y
esto de “ver que hace el otro para yo hacerlo mejor” no es sano y, en eso hago
un énfasis especial: cada persona tiene habilidades particulares y no se trata
de ser el mejor para competir, se trata de ser el mejor en lo que sabes hacer
para aportar tus competencias a un equipo de trabajo. Todas las técnicas se aplican a
los diferentes gustos y son válidas en el amplio mundo del maquillaje,
particularmente. Si nos centramos en ver lo que hacen los otros nunca haremos
nada bien. Más vale “cosechar unidos para recoger", "aportar para
lograr”.
Espero que todos los que empiezan
en este mundo apasionante del maquillaje profesional amen su profesión, un
trabajo que no es fácil, especialmente quienes maquillan en estudios de
grabación, pasarelas, cine, televisión, teatro, etcétera y están sometidos a
presión y a jornadas extenuantes. Tu compromiso es aprender a trabajar sin
dejar a un lado la simpatía y todas aquellas aptitudes, actitudes y cualidades
que se le exigen a un buen equipo de trabajo.
Éxitos y mil bendiciones siempre.
María Elena
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