jueves, 19 de septiembre de 2019

FORMANDO ALUMNOS PARA TRABAJAR EN EQUIPO Y AL SERVICIO DEL CLIENTE.



Enseñar es formar personas, no solo para adquirir habilidades y competencias en el SABER HACER sino formar en valores para el SABER SER, que no solo puedan salir a laborar y ejercer su profesión de manera exitosa, sino que vean la realidad que tendrán que vivir: manejar presión, trabajo, recompensa, fidelidad, colaboración, amistad.
Personalmente siempre inculco a mis alumnas que tengan esos sentimientos de compañerismo, esfuerzo y trabajo en equipo. Sobre todo,  que entiendan que nada es regalado, nada llega solo, cuando las cosas están para ti todo sale, todo surge y es porque estaba escrito. Tenemos que aprender a entender los mensajes de Dios.
Recordando mis inicios, diría que siempre me he visto involucrada en el mundo del estilismo y el maquillaje, a pesar de trabajar muchos años como Secretaria Ejecutiva en empresas del sector industrial y financiero, me encantaba arreglarme muy bien y también ayudar a mis compañeras de trabajo a sacar lo mejor de sí mismas a través de técnicas de cuidado y embellecimiento personal. Ha sido una labor continua de más de 30 años. Cuando decidí entrar a estudiar para enseñar me sentí muy nerviosa y con miedos porque era ya un compromiso aprender muy bien para brindar calidad por un servicio remunerado. Han pasado 19 años desde que empecé a ofrecer capacitaciones empresariales en imagen, etiqueta, protocolo, talleres y cursos personalizados de perfeccionamiento especialmente en lo que ha sido mi pasión siempre, la imagen personal integral y el maquillaje profesional y artístico.
Lo importante es que en todo trabajo que realicemos nos surja siempre la necesidad de mejorar cada día, aprender para brindar lo mejor y sentir satisfacción cuando tus alumnos te superan porque se siente que formas parte de esos logros alcanzados por ellos. Jamás se puede competir con un alumno ni querer ser siempre el mejor. En la docencia debe haber un buen porcentaje de humildad, jamás de competencia. Dar todo sin reservarse nada, dar el mejor ejemplo,  puede ser que estemos siendo a futuro formador de formadores y la cadena debe continuar con un sello de calidad impreso.
Para quienes deciden que quieren enseñar a otros les daré unos consejos: entreguen todo su conocimiento y no paren su aprendizaje jamás, en el campo del maquillaje como en el de la moda, siempre habrán nuevas técnicas y tendencias. No olviden formar personas con competencias y no para competir, personas con habilidades sociales que les permitan saber hacer su trabajo con calidad y calidez. Importante enseñar que el tema de la comunicación con los clientes es una de las claves del éxito para emprender este negocio, entender lo que quieren y expresarlo en sus rostros requiere de mucho trabajo previo a maquillar: Una buena conversación, un poco de música o simplemente saber escuchar. No todos los clientes son fáciles de satisfacer. Las novias, por ejemplo, tienen una fuerte carga emocional que puede variar instantáneamente, el tipo de maquillaje debe expresar correctamente las emociones del momento. Para ello el artista del maquillaje debe estar en una constante búsqueda de conocimiento, no sólo en técnicas de maquillaje sino también en psicología, historia y cultura general.
Formar para trabajar en equipo no es fácil, he podido observar que algunas personas no son receptivas a ello, lamentablemente en el ámbito laboral se hace necesario tener esta cualidad y sino la posees podrías estar fuera por tu misma condición. A mis alumnas les digo que no hay nada peor que una persona con mala actitud y mala cara; recordemos que todos tenemos problemas y mil situaciones que se presentan a diario pero las personas que te contratan para un servicio, que trabajan o comparten contigo no tienen la culpa. Aparte el tema de la envidia y esto de “ver que hace el otro para yo hacerlo mejor” no es sano y, en eso hago un énfasis especial: cada persona tiene habilidades particulares y no se trata de ser el mejor para competir, se trata de ser el mejor en lo que sabes hacer para aportar tus competencias a un equipo de trabajo. Todas las técnicas se aplican a los diferentes gustos y son válidas en el amplio mundo del maquillaje, particularmente. Si nos centramos en ver lo que hacen los otros nunca haremos nada bien. Más vale “cosechar unidos para recoger", "aportar para lograr”.
Espero que todos los que empiezan en este mundo apasionante del maquillaje profesional amen su profesión, un trabajo que no es fácil, especialmente quienes maquillan en estudios de grabación, pasarelas, cine, televisión, teatro, etcétera y están sometidos a presión y a jornadas extenuantes. Tu compromiso es aprender a trabajar sin dejar a un lado la simpatía y todas aquellas aptitudes, actitudes y cualidades que se le exigen a un buen equipo de trabajo.
Éxitos y mil bendiciones siempre.
María Elena



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