Los correctores son productos indispensables para los maquilladores profesionales ya que estos son los que ayudan a disimular ciertas pigmentaciones o coloraciones poco estéticas y muy puntuales como las ojeras, granitos, rojeces, etcétera. Dependiendo de las marcas la gama es más o menos extensa, aunque la mayoría abarcan tonalidades con matices verdosos, amarillos, rosados y anaranjados.
Las texturas más habituales son en crema, más densas y de gran cobertura. Tenemos por ejemplo en Colombia la marca Caretas que tiene los colores básicos en paleta para uso profesional o en caja individual para uso personal. Estos son un tanto secos y se deben aprender a utilizar para darles una mejor textura a la hora de aplicarlos sobre el rostro. Otras marcas de menor calidad tienen correctores cremosos pero la verdad son de textura tan grasa que no logran cumplir con la función de corregir.
También están los correctores de textura fluida, son generalmente más ligeros, aunque algunos de ellos tienen una alta pigmentación, menciono especialmente la marca MAC y NYX
Otra función del corrector es la de iluminar zonas concretas, puntos de luz en los párpados, zona superior de la mejilla, comisuras del labio, etcétera. Para ellos escogeremos uno o dos tonos más claro que el color de la piel.
La teoría del color nos ayuda a establecer la relación entre los colores. Según esta teoría para neutralizar un color o rebajar su saturación o pureza lo mezclamos con su complementario, es decir, el color opuesto en el círculo cromático. Esta regla es la que nos indica que tono de corrector debemos aplicar en función de la coloración de la piel que queramos neutralizar.
Es muy agradable ver el Antes y Después de una persona a la que se le ilumina el rostro, no tanto por el foco de luz que ponemos para su fotografía sino por la alegría de ver cómo se logra un cambio en su imagen física.
Ver imagen de un maquillaje de una persona en la que se utilizó una mezcla de correctores para lograr camuflar esas ojeras tan oscuras alrededor de sus ojos.
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