Hay prendas y accesorios que no vale la pena conservar.
Lo que ya no te favorece
Si tu cuerpo experimenta cambios importantes con el tiempo, es tiempo de evitar ciertas cortes. Por ejemplo, si te gustan las prendas sin estructura, pero has ganado peso hay que descartar estas de tu armario.
Una regla de oro: si nuestro cuerpo pierde forma, debemos buscar que la ropa nos la devuelva, y esto no se logra con prendas muy ajustadas o en tejidos que se adhieren al cuerpo, como la lycra o los algodones stretch. Si la piel pierde tonicidad utiliza prendas menos reveladoras.
Piezas "capricho"
Que compraste por impulso, en promoción, tan rebajado en precio que no pudiste evitar comprarlo y al final lo usaste una o dos veces o nunca te lo pusiste porque no va con tu estilo.
Piezas desgastadas
Esas prendas viejas que han perdido su forma, aunque las ames, diles adiós. No vale la pena conservarlas, y menos usarlas, porque no te harán lucir bien.
Piezas o accesorios que ya no van contigo
Puedes eliminar lo que sientes que ya no forma parte de ti o de tu indumentaria. O las de moda que compraste para complementar tu guardarropa pero ahora lucen fuera de tendencia.
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