sábado, 25 de marzo de 2017

HALLE SU FORMA DE INTERVENCIÓN

¿Cuántos oradores y participantes han fallado en su objetivo y han molestado o aburrido a su público porque no eligieron el modo, ni el tono apropiado? Tanto la actualidad como nuestro entorno profesional nos proporciona innumerables ejemplos:
-Ese responsable que confunde la cólera con la convicción.
-Aquel que manipula en lugar de seducir con integridad.
-El que utiliza un tono dogmático en lugar de pedagógico.
-Aquel otro que confunde autoritarismo y autoridad, "dirigismo" y "directividad".
-El que prefiere la pirueta o el "gag" al sentido del humor y al ingenio.
-El que se esconde tras un lenguaje estereotipado en lugar de hablar y actuar con sinceridad.
-El que se pierde en el laberinto de los detalles en vez de ir a lo esencial y de utilizar un espíritu de síntesis.
-Finalmente, aquel que se muestra imbuido de su propia excelencia y perora indiferente ante su público.

No caiga en errores de este estilo. Convencer no es vencer, hablar no es "parlotear" y comunicar no es practicar "el uso solitario de la razón". Elija el modo de intervención que permita comunicar ese mensaje al público, respetando el contexto y su propio estilo.

Recuerdo una dedicatoria de una alumna muy especial "Tus palabras expresan la verdad, tu risa nos contagia, tus gestos naturales nos expresan tus sentimientos y hablas con tal pasión y emotividad que nos toca el corazón" Muchas gracias a ella porque son detalles que motivan a seguir haciendo mi labor docente por siempre.


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