Protocolo
- Aplicación de producto tonalizador: se aplica solo si se requiere neutralizar algún pigmento de la piel, emparejar el color o lograr una tonalidad más luminosa. Aplicar de acuerdo a criterio profesional.
- Correcciones claras: los puntos claros o puntos de luz sobre el mentón contribuirán a potenciar el relieve de ciertas zonas que, con el paso de los años, pueden quedar hundidas. Algunas de estas son el hueco del mentón, los lagrimales y párpados móviles y la zona de ojeras. Las correcciones claras también pueden emplearse para realzar el volumen de partes que, aunque no estén hundidas, interese destacar estéticamente. Tal puede ser el caso de la zona central de la frente, el largo de la nariz para acentuar su estrechamiento, las comisuras de los labios para dar un trazo claro y ascendente que eleve la zona y el área de inserción de las aletas de la nariz en el rostro.
- Aplicación de la base de maquillaje: elección y textura adecuada según el tipo de piel.
- Correcciones oscuras: marcar los pómulos subrayando los músculos zigomáticos. Gracias al efecto óptico logrado, el maquillaje sostendrá estos músculos responsables de la tersura o relajación de las mejillas, una de las zonas más importantes del rostro. Así mismo afinaremos nariz, mentón y laterales del cuello, en caso de tener la necesidad de una corrección óptica.
- Aplicación de polvo para fijar el maquillaje. Claros y oscuros respectivamente,
- Maquillaje de acento: a criterio teniendo en cuenta la luz natural y artificial.
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